Hotel Izán Puerta de Gredos

Todo nos ha parecido estupendo! Sobre todo si se quiere desconectar y comer bien.

El hotel tiene unas instalaciones modernas en un antiguo edificio a las afueras de El Barco de Ávila. El personal es muy agradable y atento. La habitación, moderna y con todo tipo de comodidades, estaba muy limpia. La cama, extragrande y cómoda, televisión de pantalla plana, buena climatización, minibar, excelentes vistas a la sierra de Gredos y cuarto de baño muy completo y con bañera de hidromasaje... Por último, decir que el desayuno buffet es excelente.

Hotel precioso con encanto y con muy buen trato. Las habitaciones muy bonitas, acogedoras, con una temperatura muy agradable, limpias y al menos la nuestra con buenas vistas. El baño muy limpio y con bañera de hidromasaje. La recepción del hotel tiene una cafetería donde poder tomar, café, té, refrescos, copas ... En un ambiente muy acogedor.

El hotel está muy bien y el entorno es precisos. La gente muy amable. Y el pueblo precioso para pasear. Hay varios tíos de habitación es la nuestra era de dos plantas y era muy acogedora. Mucho sitio para aparcar y tienen un salón que puedes alquilar para hacer eventos

Después de decidirnos por el hotel y ver algunos comentarios...fui la verdad algo recelosa, una grata sorpresa ver que mi recelo era equivocado,en recepción la atención fue ESPLÉNDIDA( mira que fui pesada) el salón precioso,el comedor perfecto nosotros reservamos media pensión y calidad/precio estaba muy bien(tb tienen carta para quien no quiera las opciones de menú) un hotel que tanto en el trato, como instalaciones etc es de 10,no sé si las quejas que leí eran de personas que suelen estar acostumbrados a hoteles de Abu dabi....yo viajo bastante ,en distintas categorías y en este repetiremos seguro.

Una ubicación verdaderamente hermosa y los edificios y los terrenos están muy bien cuidados. Solo una advertencia: no hay NADA cerca, así que traiga bocadillos, etc. La habitación era maravillosa, limpia y muy bien equipada. La única experiencia decepcionante fue nuestra cena que fue desafortunada, en el mejor de los casos. Las alubias de la región sabían como si vinieran directamente de una lata y ni siquiera se calentaron lo suficiente. Un bistec solomio que era tan duro que no podía comer más de la mitad, mientras estaba cocinado en la cantidad correcta, la carne en sí era de una calidad que debería evitarse. Un postre de hojaldre tostado con manzanas y helado: el helado era comestible, lamentablemente tuve que dejar el resto demasiado seco y poco apetecible. Gente muy amable en la recepción y fueron maravillosos en el trato con ellos por teléfono antes de nuestra llegada. Aparte de la experiencia culinaria, fue una excelente ubicación.